rubí

estoy tomando malta porque no hay café. en la mesa hay: dos bandejas de plástico con restos de crema (los ravioles de anoche), mi planta (maceta que alguna vez alojó a unas florecitas rockeras que compré en la calle. hoy es el hogar de un “algo” que creció en mi heladera), boleta de gas, coca, baño de crema, cámara, cigarrillos, cerdito musical, boletos de colectivo, sobres vacíos de queso rallado, casettes, llaves, una foto, etc.
la malta huele a rayos, cuando era chica me gustaba.
me levanté rara, si, estoy llorando como una pelotuda. como Meg Ryan en alguna película de los 80.
odio, ODIO los blogs escritos por mujeres donde hablan de “lo que les pasa”. es decir, cuando abren su corazón y esas mierdas. no quiero ponerme a hablar de cosas serias.
dios, otra vez se están garchando a la vecina.
acabo de encotrarme un mechón de pelo chamuscado. ese era el olor a quemado.
la malta tiene fecha de vencimiento? esto tiene gusto a semillas de girasol.
el mes pasado se cumplieron tres años desde que estoy viviendo acá. en dos semanas cumplo 22. no tengo trabajo. vivo sola y no me gusta. tengo 4 amigos, 3 viven juntos.
cuando empezó el año dije “yeah, ahora si”. “ahora si” qué? año de mierda, DE MIERDA. cada día que pasa estoy más cerca de convertirme en el trapo rejilla de la cocina de alguna escuela pública.
algo bueno: bajé 5 kilos.
cuánto más va a tardar el puto periódo de adaptación? cuando empecé el jardín mi mamá me acompañó durante todo el primer mes de clases. sala de 5 lo mismo. primer grado también.
usé chupete hasta los 5, tomé mamadera hasta los 8, me limpiaron el culo hasta los 10. pero soy la mejor hermana del mundo y tengo los dientes re derechos.
de cada 10 personas que conozco 9 me parecen pelotudos y a una la idealizo.
por las dudas, voy a por la vida convencida de que a nadie le importa nadie más aparte de uno mismo, entonces, cuando alguien es bueno, me sorprendo muy gratadamente.
estoy escuchando esa canción de mierda que me acompañó durante todo ese horrible verano que pasé sola con una guitarra que JAMÁS aprendí a tocar.
en el piso de mi habitación hay ropa que data de junio de 2008.
quiero volver a la escuela, cuando lo único que me quitaba el sueño era cómo tener el pelo más fucsia que el día anterior.